En la sexta temporada, Buffy estrena nueva casa, el canal UPN, enfocado en una audiencia más adulta. El grupo sufre la ausencia de Buffy y decide resucitarla a través de un hechizo que sólo es posible debido al creciente poder de Willow. Buffy resucita y vuelve distinta: ahora es una mujer desorientada que parece adaptarse y oculta a sus amigos que fue arrancada de un sitio que ella misma podría denominar como 'Cielo'. Buffy, de cara a la cruda realidad, sin su madre, y una fuente segura de dinero, lucha por criar a su hermana durante el día y pelear contra los demonios durante la noche. En su afán de comfort accede a una relación de tipo sexual con Spike. Paralelamente, el poder de Willow crece y supone problemas de pareja con Tara. Además, Xander se deja ganar por las dudas y deja plantada a Anya en el altar.